Grandes villanos de «Digimon»: DEVIMON, el primer desafío

Una tranquila mañana de verano de 1999, siete niños japoneses que estaban de viaje escolar fueron mágicamente trasladados a otra dimensión, el Mundo Digital, un lugar repleto de extrañas criaturas, paisajes imposibles y cuantiosos peligros. Provistos de un compañero digimon por cabeza como apoyo, los protagonistas se vieron obligados a luchar y luchar sin apenas descanso durante más de medio centenar de episodios contra un montón de seres tenebrosos ansiosos por conquistar, someter y tiranizar a todos los digimons.

Ya hablé hace tiempo de los dos más poderosos, Apocalymon y Myotismon, pero me gustaría echar un vistazo a los otros villanos que convirtieron las vidas de los Niños Elegidos en un infierno en el que aún no habían podido empezar a celebrar la derrota de un rival y ya tenían que pasar al siguiente. Comencemos con el primero de ellos:

DEVIMON

DUELO DE VILLANOS: «Digimon Adventure» vs «Digimon 02»

Allá por los lejanos años 2000 y 2001, se estrenaron en España las dos primeras series de la franquicia «Digimon», en las que un grupo de niños japoneses son llevados a un mundo fantástico repleto de monstruos en el que tendrán que combatir al mal para salvar tanto a ese mundo como al suyo. Y es precisamente de ese mal del que vengo a hablar. Ambas series, la original y la secuela, cuentan con un malvado principal y yo me pregunto… ¿cuál de ellos es el mejor? ¿Apocalymon o Myotismon?

En este artículo analizaré los aspectos que, en mi opinión, definen a un buen villano animado y dictaminaré cuál de los dos será coronado como el campeón de la vileza y la oscuridad del Mundo Digital.

Perfect blue (1997) El calvario de Mima Kirigoe

No soy aficionado a los animes, pero viendo las buenas críticas que tenía este thriller psicológico japonés me animé a verlo a ver qué tal. Y no me arrepiento. Desde luego, el señor Kon (D.E.P.) realizó un buen trabajo y, mira tú por donde, la cosa salió de casualidad. La productora Madhouse iba a adaptar con actores reales una novela llamada «Perfect blue», pero como el gran terremoto de Kobe causó graves daños en los estudios, los productores decidieron tirar la toalla y encargarle al por entonces novato Satoshi Kon una película de animación (más barata) para ver si con ello lograban recuperar algo de dinero. El director consideró que el argumento del libro no era lo bastante potente y consiguió que le diesen permiso para modificarlo a su antojo, siempre y cuando respetara el título y la temática.

La historia comienza de manera lenta y cotidiana. Mima Kirigoe es una chica de 21 años que, junto a otras dos muchachas, canta en el emergente grupo pop CHAM. Su vida es segura y llena de falsos oropeles. Sin embargo, a pesar de la oposición de su amiga y mánager Rumi, Mima se deja convencer por su representante y abandona el grupo para ser actriz, una profesión en la que teóricamente podrá desarrollar una carrera más larga y mejor pagada. Pero lo que de entrada parece un paso adelante no tardará en convertirse en un auténtico infierno. La cinta plantea muy acertadamente un escenario de completa agresión psicológica para con la protagonista, una pobre muchacha inmadura que no está preparada para lo que se le viene encima.